Aunque las deudas son atemorizantes para algunas personas, y en ocasiones es un propósito frecuente terminar de pagarlas pronto, tal vez no sea una buena idea pagar rápido una hipoteca. Te explicamos porqué esta deuda puede incluso ser tu mejor amiga.
En primer lugar, debes saber que las deudas que sí debes apresurarte a pagar son las de consumo en las que se acumulan intereses y cargos por mora. Pero las hipotecas, donde también debes ser cumplido, son distintas por estos motivos:

Una hipoteca es la clase de deuda que es deseable tener || Fuente: Pixabay
1. Mientras pagas tienes donde vivir
Es necesario tener donde vivir, y comprar una vivienda a crédito es una inversión inteligente. Tus pagos mensuales pagarán lentamente tu deuda, con cuotas cuyos plazos son similares a pagar una renta. La diferencia es que aquí estás construyendo tu patrimonio.
Pensemos en el caso hipotético en el que pudieras pagar una casa de contado. Sería una cantidad considerable de dinero, pero a la vez, al desembolsar esa cantidad de un solo golpe, perderías otras oportunidades de incrementar tu patrimonio. Una hipoteca ofrece la oportunidad de pagar y diferir en mensualidades mientras buscamos nuevas oportunidades de crecimiento.
2. Oportunidad de construir ingresos pasivos
Una propiedad en renta puede producir ingresos pasivos; ingresos que obtienes sin haber trabajado; por ejemplo, al ponerla en renta o algunos de sus espacios, como el cajón de estacionamiento. De este modo, quien la renta es quien amortiza o ayuda a amortizar la deuda.

La inflación acumulada te beneficia en el largo plazo al haber contratado una hipoteca || Fuente: Oink Oink
3. El tiempo está de tu lado
Con el transcurso del tiempo, la inflación disminuye el poder de compra de nuestro dinero. Sin embargo, al contratar una hipoteca, nos prestan dinero para comprar una propiedad a precios actuales, pero mientras pagamos, liquidamos la deuda con pesos del futuro. El valor del peso cae cada año, pero el valor nominal del préstamo no crecerá.
Es decir, pedir prestado hoy y pagar la misma cantidad con el tiempo, cuando el peso valga menos, es una estrategia inteligente. Así, contratar una hipoteca a 30 años te beneficia más que solicitarla o ponerte el propósito de terminar de pagar en 15 años.

De este modo, podemos constatar que no necesitamos estar libres de deudas para alcanzar la célebre libertad financiera e incrementar nuestro patrimonio. La clave es distinguir las deudas positivas de las que nos perjudican, y siempre pagar a tiempo nuestros compromisos financieros. No olvides seguir las redes de Tu Cochinito.