Las tandas son un método de ahorro informal muy popular entre la población mexicana. Uno de los motivos es que son redes entre personas que están excluidas del sistema financiero. En esta nota te cuento sobre tres mitos que posiblemente crees sobre las tandas.
1: Te ayudan a ahorrar
Los organizadores de tandas promocionan su producto con la idea de que esta organización es útil para ahorrar. Sin embargo, el ahorro es un proceso de disciplina individual en el que nosotros mismos debemos organizar nuestros presupuestos para encontrar áreas de oportunidad para gastar menos.

El ahorro es un proceso de disciplina individual, no colectiva || Fuente: Freepik
Al entrar en una tanda, los últimos números, que son quienes en teoría lo hacen por ahorrar, están perdiendo dinero por efecto de la inflación. Su dinero se depreció al estar siendo manejado en tandas en las que aportaron 5 mil pesos, por ejemplo, y recibieron los mismos 5 mil pesos, pero que ahora valen menos.
Como referencia, este enero, la inflación mensual fue de 0.68%, por lo que si esa tanda de 5 mil pesos hubiera durado un mes, el último número habría perdido 34 pesos de poder adquisitivo.
La forma de protegernos al ahorrar es hacerlo por nuestra cuenta, y poner nuestro dinero en instrumentos que nos dejen rendimientos. Por ejemplo, los Cetes son bonos gubernamentales, se compran vía internet, son seguros, y ofrecen opciones con disponibilidad diaria mientras generan rendimientos (Cetes Bondia).

El tiempo que pasas participando en una tanda es tiempo que no aprovechaste generando rendimientos para proteger tu dinero de la inflación || Fuente: Freepik
2: Te presiona a cumplir con los demás
La idea detrás de las tandas es que como se organizan entre redes de personas conocidas, existirá alguna motivación entre los participantes para pagar puntualmente su aportación a la tanda.
Sin embargo, en las tandas no existen obligaciones contractuales ni autoridades que puedan intervenir en caso de que algo salga mal. Aún en el caso en que se cobran intereses y hay obligaciones, existen personas que dejan de pagar sus deudas con el banco; ¿qué motivos tendrían para no cumplir en una tanda?
De hecho, en una tanda de diez números, donde existen diez distribuciones, deben efectuarse 110 operaciones exitosas de pago entre todos los participantes, contando los pagos a cada persona. Esta organización hace de una tanda algo extremadamente riesgoso, pues nada garantiza que todas las personas cumplan con todas sus aportaciones (pese a que tú, lector, digas que cumples con todas, no puedes decir lo mismo de los otros 9 participantes y el organizador).

Que haya participantes de una tanda que omitan su pago es un evento probable || Fuente: Dollar Sprout
3: Son una forma segura de ahorrar
Para muchas personas, las tandas son seguras “porque las organiza su comadre, y ella es muy cumplida”.
Sin embargo, y como dijimos antes, las tandas son riesgosas porque no existen contratos ni instituciones que las protejan, y porque existen probabilidades muy altas de que haya participantes que no paguen.
En el mundo moderno, debemos depositar nuestra confianza en instituciones y no en personas concretas. Si los bancos se manejaran como lo hacen las tandas, muy posiblemente su operación sería ilegal. De este modo, aunque en un banco el dinero es vulnerable también, existen seguros y normas que garantizan que en caso de un fallo informático, un filtrado de información, o hasta la bancarrota de la institución, nuestro dinero debe ser devuelto.

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