Si alguna vez dejaste tus dientes de leche debajo de la almohada antes de dormir, es probable que te interese el origen del famoso Ratón de los Dientes. La tradición del Ratón de los Dientes es una de esas cosas que parece sacada de un cuento de hadas, pero en realidad tiene una historia muy curiosa detrás.
Se dice que esta tradición comenzó en Francia en el siglo XVIII. En aquel entonces, los niños franceses creían que los dientes que se les caían estaban poseídos por brujas o demonios. Para evitar que estos seres malignos hicieran alguna maldición con los dientes, los niños los ponían debajo de su almohada antes de dormir, para que el hada de los dientes los recogiera y los llevara a un lugar seguro.
Pero ¿por qué un ratón y no un hada? Resulta que en Francia, los ratones eran considerados unos animales muy astutos y habilidosos, capaces de hacerse con cualquier cosa. Así que los niños pensaron que si dejaban sus dientes bajo la almohada, un ratón astuto y veloz podría llevárselos y evitar que cayeran en manos de brujas o demonios.

Así surgió este mito que se ha extendido por todo el mundo | Foto: Pexels
La tradición se extendió rápidamente por Europa y América, y se convirtió en una de las costumbres más populares entre los niños de todo el mundo. Con el tiempo, el ratón de los dientes ha ido adquiriendo distintas formas y nombres según el país. En España, por ejemplo, se le llama “el Ratoncito Pérez”, mientras que en Italia es conocido como “Topolino”.
Pero ¿qué hace el Ratón de los Dientes con los dientes que recoge? Bueno, según la leyenda, el ratón los lleva a su madriguera, donde los clasifica y los guarda como si fueran tesoros. Algunas versiones de la historia dicen que el ratón deja un pequeño regalo a cambio, como una moneda o un dulce.

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