Si en tu trabajo eres uno de los privilegiados que puede hacer home office, te habrás percatado que no todo es miel sobre hojuelas. Aunque ahorras tiempo y dinero en traslados y podría ser que eres más productivo, esta modalidad podría acarrearte riesgos a tu salud, te decimos cuáles son.
Riesgos físicos
Si estás pasando sentado largas jornadas, y además en una mala postura, podrías empezar a experimentar dolor de espalda.
La tensión sobre tus músculos y articulaciones son el principal factor para sufrir este padecimiento. Si pones una tensión prolongada sobre tu cuerpo además podrían sufrir otras zonas de tu cuerpo, como cuello, hombros o muñecas.
Asimismo, podrías sufrir de fatiga visual por una iluminación inadecuada. Para esto, se recomienda evitar reflejos y deslumbramientos, además de proteger tu equipo de trabajo.
Por si fuera poco, podrías estar fomentando el sedentarismo si te falta actividad física, aunque esto puede solucionarse.

Imagen: Unsplash
Riesgos sociales
Si trabajas 50 horas o más, como reporta la OCDE, podrías tener niveles altos de estrés. Al aislarte y no salir quedas incomunicado, y esto modifica el cómo trabajas, comes y descansas.
Sin socializar hay factores de riesgo como la depresión. Esto incluso podría escalar a accidentes cerebrovasculares en situaciones extraordinarias, pero no imposibles.
Esto puedes hacer para minimizar los riesgos
- Ten un espacio específico para trabajar
- No te mantengas siempre en la misma postura
- Mantente hidratado
- No trabajes de más, y haz pausas, como si estuvieras en la oficina
- Ten horarios para comer
- Haz ejercicio
- Comunícate constantemente con tu equipo de trabajo
- Ten hábitos de trabajo
- Define metas y da resultados
- Administra tu tiempo
- Si eres jefe, otorga flexibilidad a los empleados
