A pesar de que a nadie le gusta la idea de endeudarse, existen deudas buenas que podrían darnos diversos beneficios. De hecho, los mercados modernos no podrían funcionar sin el endeudamiento y hasta los países más poderosos se sirven de la deuda. Aquí te diremos a diferenciar entre las deudas buenas y las deudas malas.
Estados Unidos es uno de los países más endeudados del mundo, pero también uno de los más productivos. En cambio, existen países cuya deuda, como proporción de su Producto Interno Bruto, sobrepasa los límites de lo admisible y se consideran en riesgo de default. Un caso muy conocido es el de Argentina, el país latinoamericano que entró en incumplimiento de pago en mayo de 2020, por segunda vez en dos décadas.
El problema es que algunos países emergentes dejan de utilizar el endeudamiento para apalancar el desarrollo y lo utilizan para gasto corriente e improductivo. Así, cuando los activos que respaldaban sus endeudamientos se vienen abajo, no se encuentran en condiciones de pagar.
En un plano más terrenal, los individuos también pueden llegar a adquirir deudas buenas y deudas malas. O lo que es lo mismo, deudas productivas o deudas improductivas. Además, recuerda que hay deudas por las que puedes terminar en la cárcel.

Una deuda buena es la educación, pues aumenta tu productividad y tus ingresos | Fuente: Pexels
Estas son las diferencias entre tus deudas buenas y tus deudas malas
A continuación, enumeraremos las diferencias puntuales entre ambos tipos de endeudamiento:
Activos vs. Pasivos
- Las deudas buenas se utilizan para comprar activos: una casa es un buen ejemplo si sabes hacerlo del modo correcto.
- Las deudas malas se utilizan para comprar pasivos (un automóvil puede ser un pasivo o incluso algunos electrodomésticos de lujo que nos harán gastar de más)
Productividad
- Una deuda buena, al tratarse de la adquisición de activos, se paga sola en el sentido de que los primeros rendimientos irán a la liquidación del financiamiento. Iniciar un negocio, muchas veces requiere endeudamiento, pero debes utilizarlo sabiamente. Además, endeudarse, por ejemplo, para elevar tu productividad o la de tu empresa, es una gran opción.
- Mientras tanto, las deudas malas, como las que haces en gastos superfluos y caros, no solo no generan rendimientos, sino que podrían aumentar los costos fijos: un automóvil requiere gasolina, mantenimiento, etc.

Si compras una casa, inicias un negocio o adquieres activos, la deuda habrá valido la pena | Fuente: Pexels
Gestión
- A pesar de que iniciemos con una deuda aparentemente mala, como, por ejemplo, comprar una camioneta grande cuando solamente necesitabas un automóvil compacto, puedes revertir la situación. En efecto, puedes utilizar tu camioneta grande para realizar excusiones o compartirla en tus trayectos con compañeros de trabajo por una módica cantidad de dinero. El objetivo es que esos ingresos ayuden a pagar esa deuda y no afecte tu presupuesto.
- Por otro lado, comprar una casa podría considerarse en un principio una deuda buena. Sin embargo, si esa casa termina siendo abandonada tanto material como legalmente, terminará siendo un lastre para nuestras finanzas. Pues podríamos rentarla y mantenerla en óptimas condiciones, haciendo que su valor suba, al mismo tiempo que liquidamos la deuda.
Tiempo
- Endeudarte por algo que, cuando lo termines de pagar, aún tendrá una vida útil muy larga también puede considerarse una deuda buena o necesaria. Es el caso de, por ejemplo, comprar una estufa de gran calidad y con una garantía de utilidad bastante larga. Puede que tardemos en pagar un año, pero si el producto dura 20 años, entonces habrá sido una buena inversión.
- En cambio, si nos endeudamos durante un año por un producto que estará obsoleto al final del crédito, entonces, definitivamente será una deuda mala.
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