Una duda habitual antes de solicitar una tarjeta de crédito es el límite de la misma. Pues según el tipo de cuenta que se te otorgue será el tope máximo de presupuesto crediticio que tendrás en ésta.
Aunque cada institución financiera tiene sus propios mecanismos para definir el límite de crédito para cada cliente, existen algunos factores comunes que debes tener en cuenta para hacer un aproximado del crédito que obtendrás.
Factores para calcular el límite de crédito
Generalmente, los bancos toman en cuenta dos elementos determinantes para otorgar un límite máximo de crédito: tus ingresos y tus gastos. Es decir: cuánto dinero percibes mensualmente y en qué ocupas lo que recibes.

Factores para calcular el límite de crédito de tu tarjeta | Fuente: Unsplash
Por ello, cuando un cliente potencial se decide a solicitar tarjeta de crédito, la institución bancaria pone especial atención en los siguientes puntos:
- Ingresos fijos: que generalmente deben ser constatables mediante comprobantes. Es común que en el sitio web de los bancos puedas encontrar los ingresos mensuales mínimos para solicitar una tarjeta.
- Comportamiento de pago: es decir, cómo has manejado tus cuentas. Para ello recurren a tu historial en buró de crédito. Allí sabrán a qué destinas el dinero que recibes cada mes: si has tenido otros créditos, si tienes servicios domiciliados, etc.
- Políticas de riesgo: que son propias de cada institución y que valoran si tu perfil es adecuado para otorgarte una tarjeta y poder delimitar tu línea de crédito.
Por lo tanto, aunque el cálculo puede variar, estos tres factores podrán darte la pauta para hacer una valoración por tu cuenta. A mayor salario y mejor comportamiento en tus pagos, corresponderá una línea de crédito más alta; y viceversa.

El comportamiento de pago determina tu límite de crédito | Fuente: Unsplash
¿Puedo aumentar mi línea de crédito?
Una vez que hayas obtenido tu tarjeta de crédito, tu límite puede aumentar de acuerdo al comportamiento exclusivo que tengas con esa cuenta. Esto quiere decir que el banco determinará, a petición del cliente o de acuerdo a tus movimientos favorables, si debes ser acreedor a un incremento.
Vale señalar que este procedimiento es mucho más sencillo, pues la institución bancaria conoce ya tu manejo de cuenta de primera mano.

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