Las finanzas personales son fundamentales en la vida de todas las personas, pues son las que permiten tener estabilidad económica y dan la oportunidad de enfrentar cualquier tipo de situación imprevista. De igual forma, permite cumplir los objetivos que te propongas.
Aspectos que debes tomar en cuenta es que la manera en la que gastas influye en diversos aspectos como tus emociones, experiencias familiares, individuales e incluso sociales, esto de acuerdo con un libro llamado “Dinero, sicología y cómo salir adelante sin dejar tus valores” de Sarah Newcomb.

Las finanzas personales permiten tener estabilidad económica y dan la oportunidad de enfrentar cualquier tipo de situación imprevista. Fuente: Unsplash
Algo que también debes tomar en cuenta es que existen diferentes perfiles de consumidores y si quieres saber cuál eres solo debes continuar leyendo.
¿Cuáles son los diferentes tipos de consumidores?
De acuerdo a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), es fundamental cuidar y mejorar la relación que tienes con el dinero, así que debes estar al tanto de cuál es tu postura hacía él y saber qué hábitos debes dejar a un lado o cuáles puedes adquirir.
El primer tipo de consumidor que debes conocer es el gastador desprendido, este gasta generosamente, tanto para si mismo como para los demás, ya que tienen una necesidad de adaptación social. La principal desventaja es que es propenso a caer en un alto nivel de endeudamiento.

Es fundamental cuidar y mejorar la relación que tienes con el dinero. Fuente: Unsplash
Gastador por estatus es el que gasta de manera compulsiva, en especial porque tiene el deseo de estar al tanto en tecnología, en moda y en otros rubros. Esta práctica imposibilita ahorrar y determinar qué metas quiere alcanzar.
Por otro lado también está el gastador espontáneo, el cual tiene un perfil similar al anterior, ya que recurren a las compras compulsivas pero los gastos son pequeños, aunque no cubren las necesidades. Esto se debe al problema financiero se basa no tener idea a dónde va el dinero y de esta manera la quincena se va como el agua.

El gastador espontáneo recurre a las compras compulsivas pero los gastos son pequeños. Fuente: Unsplash
El gastador de espíritu libre comúnmente son despreocupadas y poco disciplinadas en cuanto al control del dinero. Así que no tienen idea de cuánto es lo que ganan o gastan al mes. El principal problema que tienen es que no cuentan con un presupuesto y no hay una idea clara de la situación financiera y de igual manera los riesgos que pueden tener a largo plazo.
También se encuentra el gastador planificador, el cual tiene el hábito del ahorro y no disfrutan de sus esfuerzos. De acuerdo a lo determinado por la Condusef, este tipo de consumidor no tiene un equilibrio entre ahorrar y disfrutar de la vida, ya que no cuenta con un objetivo específico para el dinero que ahorra, ya que su mayor miedo es perder sus recursos.
Por último está el ahorrador a la segura, que a diferencia de los otros consumidores, hay quienes ahorran de manera compulsiva y son aferrados a no gastar su dinero. El problema de este consumidor es que cuentan con objetivos claros pero siempre están preocupados en perderlo todo, así que no consiguen la libertad financiera que buscan.
Toda persona es una clase de consumidor, ya que hay quienes tienen buenos hábitos y quienes no pero ante esto es importante tener un equilibrio y no ir a los extremos como gastador.

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