Actualmente, hay un montón de empresas físicas y digitales que ofrecen crédito exprés. Este aumento de oferta es, en general, un beneficio para los usuarios de servicios financieros. Sin embargo, también se ha convertido en una práctica de riesgo, toda vez que los grupos de estafadores aprovechan la oportunidad de la inmediatez de este tipo de crédito para cometer sus fechorías.
Un crédito exprés es aquel que se otorga de forma inmediata, sin necesidad de aval ni mayores requisitos que la presentación de una identificación oficial. Por supuesto, al presentar la solicitud, las instituciones financieras investigan el historial crediticio del usuario antes de dar una respuesta.
Si todo está en orden, se aprueba un préstamo en efectivo que el cliente pagará a crédito. Por supuesto, para saldar la deuda se establecen pagos pequeñitos (aunque en plazos enormes y con tasas de interés altas) con el fin de convertir la oferta en una opción mucho más atractiva.

Un crédito exprés es aquel que se otorga de forma inmediata | Fuente: Unsplash
Ahora bien, vale señalar que este tipo de crédito está enfocado en aquellos usuarios que necesitan dinero de forma urgente, por eso la inmediatez de la resolución.
Precisamente es esta urgencia económica en la que los delincuentes han cimentado las bases de sus estafas. Hacen llamadas telefónicas a los usuarios para ofrecerles grandes cantidades de dinero a préstamo con esquemas de pago accesibles y se aprovechan de la situación para obtener datos bancarios y personales.
Al respecto, la Condusef ha emitido una serie de recomendaciones con el fin de proteger a los usuarios y evitar que sean víctimas de un delito. A continuación podrás encontrar la información correspondiente.

Condusef alerta a los usuarios por estafas disfrazadas de crédito exprés | Fuente: Unsplash
Recomendaciones para evitar la estafa del crédito exprés
- Asegurarse de la identidad y el registro de la institución financiera ante la Condusef. En caso de no poder cerciorarse de lo anterior, lo más probable es que la empresa que te ofrece el préstamo ni siquiera sea real.
- No compartas información personal ni datos de tus cuentas bancarias a nadie. Mucho menos si es una persona que marca a tu teléfono para solicitarlos.
- No entregues documentos ni proporciones información de tus tarjetas de crédito o débito (numeración, vigencia, código de seguridad) a ninguna institución que no sea tu empresa de confianza.
- Ten cuidado con la inmediatez. Las compañías que no te piden ningún requisito como comprobante de ingresos o no investigan tu historial crediticio, suelen ser instituciones fraudulentas.

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