Hace menos de una mes, los gobiernos de México y Argentina anunciaron que llegarán a un acuerdo con la Universidad de Oxford, AstraZeneca Pharmaceuticals y la Fundación Carlos Slim para desarrollar conjuntamente una vacuna contra Covid-19. La vacuna está en fase de suspensión aunque se esperaba su producción masiva y global para mediados de 2021.
Sin embargo, AstraZeneca anunció el martes que suspenderá voluntariamente la tercera fase del ensayo, que es la última vez antes de la aprobación, ya que uno de los voluntarios del Reino Unido padecía una enfermedad “inexplicable”.
El propio vocero de la empresa explicó que se trata de una medida de rutina que no tiene impacto específico en los pacientes. Aseguró que AstraZeneca la investigará para mantener la integridad de los ensayos relacionados con la vacuna.
De acuerdo con El Universal, Hugo López Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, afirmó que el protocolo iniciado por la farmacéutica es muy común, y agregó que no esta claro cuánto tiempo detendrán los resultados.
Obstáculos para la vacuna
Tras anunciar la suspensión de la prueba de la vacuna contra el coronavirus, el médico y excomisionado contra la influenza H1N1, Alejandro Macías, explicó en un video en YouTube que el uso de este tipo de vacuna puede tener una respuesta del paciente.
Primero, las personas pueden experimentar algunas reacciones comunes después de la aplicación de este tipo de medicamento, que incluyen: dolor en el lugar de la inyección, fiebre o sarpullido. Dijo que aunque no siempre son leves, estas no son razones para dejar de hacer pruebas.
Dijo que por otro lado, la reacción que puede poner en peligro el desarrollo de la vacuna es que los pacientes presenten anafilaxia, es decir, tengan hipersensibilidad severa o reacciones alérgicas que los mareen o les impidan respirar, lo que requiere atención médica de emergencia. Sin embargo, considera poco probable que esta sea la causa, teniendo en cuenta la cantidad de pruebas que se están aplicando actualmente.
