Con la discusión sobre la reforma al Banco de México (Banxico), se dictaminó que el banco central prestará dinero a los bancos que no pueden vender dólares a bancos en Estados Unidos. Esto evitaría obligar al Banxico a comprar dólares, tal como contemplaba el proyecto de ley original, que sus detractores señalaron que facilitaría el lavado de dinero.
Este compromiso fue dado a conocer el día de ayer, en medio de los debates parlamentarios sobre la medida. Con esto, podrían beneficiarse los migrantes que envían dólares, además de que obtendrían mejores tipos de cambio con los dólares enviados a México.
En esto consisten las modificaciones
De este modo, se decidió que el Banxico trabaje con los bancos que tengan dificultades justificadas para deshacerse del efectivo a gran escala. Además, nuestro banco central tratará de mejorar relaciones con los bancos estadounidenses, de acuerdo con Alejandro Díaz de León, gobernador del Banxico.
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Asimismo, el plan incluye usar el Banco del Bienestar, creado durante el gobierno actual, para apoyar a los migrantes a abrir cuentas en México desde Estados Unidos.
Beneficios a los bancos
Mientras que la mayoría de los bancos mexicanos acumulan bóvedas de dólares, que son costosas en mantener, necesitarían de un banco estadounidense que compre el efectivo y los acredite en fondos. La medida propuesta ayudaría a que los bancos mexicanos tengan financiamiento que compense la falta de liquidez.
Lo que la medida permite es bancarizar a los migrantes y a sus familias, además de ofrecer facilidades a los bancos que tengan dificultades para repatriar dólares en efectivo a través de un financiamiento contingente. Asimismo, la medida evita favorecer a un banco particular, mientras que preserva la autonomía del Banxico y lo salva de lavar dinero (más el descrédito internacional).
Los senadores que presentaron el proyecto original de Ley (Morena) indicaron que la ley es necesaria para evitar que los migrantes sean explotados por las remesadoras. También señalaron que la reforma era necesaria, porque los bancos estadounidenses ya no quieren correr el riesgo de aceptar dinero de prestamistas mexicanos.
