Cada vez que estamos pasando por turbulencias económicas, hay un discurso que exhorta a consumir local porque supuestamente así saldremos adelante(o porque contamina el transporte). En esta nota te contamos porqué esto no siempre es cierto: podría impedirte ahorrar.
Consumo local a nivel económico
La campañas de consumo local quieren fomentar el consumo de alimentos, como carne, fruta, verdura, bebidas, quesos, elaborados en tu comunidad. Esto para apoyar a tus vecinos y porque el transporte contamina.
Lo que no toman en cuenta es que ninguna comunidad puede ser autárquica (es decir, producir otros productos sin intercambiar con otros lugares), pues siempre necesitan comprar materias primas a otras personas que viven y trabajan en otro lado. Por ejemplo, tu tortillería local compra maíz a un distribuidor, que a su vez lo compró al productor en Estados Unidos, salvo en el caso en que vivas en un área rural.
Aunque no lo veas, el mercado moderno está altamente conectado || Fuente: Pixabay
Si extendiéramos el absurdo del consumo local a toda la economía, pronto encarecerían los productos finales (¿dónde van a sembrar maíz en tu colonia urbana?) porque ya no se podría importar materia prima, ni traerla de otra localidad a kilómetros de distancia. En este sentido, el transporte es más barato que estos costos.
Si los productores y comerciantes compraran todo localmente, pronto quedarían fuera del mercado por falta de competitividad.
El consumo local obligatorio ya nos lo impusieron en México
No debemos irnos tan lejos: el siglo pasado, el PRI como gobierno prohibió importar bienes de consumo o de capital, una política llamada Industrialización por Sustitución de Importaciones. Los mexicanos de la época estaban obligados a consumir productos con hechura mexicana, que en muchos casos tenían piezas introducidas a México por fuera de los cauces legales (por ejemplo, televisiones o radios).
Vendedores de fayuca || Fuente: Especial
Otros mexicanos iban a los llamados mercados de fayuca a comprar bienes importados ilegalmente, mientras se escondían de las autoridades. Este comercio local impuesto legalmente no le benefició a otros que a los empresarios que se colgaban del nacionalismo para vender productos caros y de mala calidad (o inferior a la que había en el extranjero), para los vendedores de fayuca, y para las autoridades que recibían sobornos para permitir estas prácticas o proteger a los productores locales.
Todavía en los 90 las fuerzas más regresivas del régimen organizadas en un partido nuevo de color amarillo estuvieron oponiéndose al tratado de libre comercio que a la fecha hace que estas historias parezcan una pesadilla.
El consumo local y tu bolsillo
Tal vez la idea de consumo local es que le compres a tu vecina que hornea pasteles, que encargues que compres por catálogo a los vecinos de enfrente, o que evites ir al supermercado a comprar tu despensa a hacer tus compras de provisiones y prefieras la tiendita.
Debes pensar que es un error comprar solo por comprar y no porque necesitas estos bienes. En este sentido, no sólo se trata de la supervivencia de tus vecinos, sino de la tuya propia.
No te dejes manipular por sentimentalismos y piensa en tu bolsillo al comprar || Fuente: Pixabay
Es decir, si puedes comprar jabón, papel higiénico y detergente más barato en el supermercado, ¿por qué los vas a comprar en la tienda de la esquina? Cada centavo vale, y deberías ver cómo hacer que rinda tu dinero. O por otro lado, si la fruta y la verdura son más frescas y de mejor calidad en el mercado local, ¿por qué las compras en el supermercado?
Hay quienes argumentan que las divisas salen de México al comprar en cadenas trasnacionales. Lo que no ven es que hay ingresos que esas empresas dejan en nuestro país al crear empleos, pagar servicios, y comprar bienes locales. Algo que olvidan estas personas estancadas en el siglo XVII es que las exportaciones que hacemos son el precio que pagamos por las importaciones que recibimos, y esto nos beneficia a todos.
En este sentido, por supuesto que debes comprar cosas en tu mercado local si se ajustan a tu presupuesto, si son la mejor opción disponible, y si no son compras compulsivas o por lástima (que al final es lo que vende el discurso de consumir local).
Lo peor que puedes hacer es comprar en el mercado local solo porque es local en vez de sacarle el mayor provecho a tu dinero. De este modo, obligas a los comercios locales a sobrevivir porque venden cosas necesarias o demandadas en vez de sobrevivir con discursos lastimeros.
Si quieres saber más sobre el absurdo de producir todo lo que consumimos, te dejamos esta nota donde te contamos porqué un sandwich costó 30 mil pesos queriendo consumir todo local. Sigue Oink Oink para más novedades.