Si has escuchado sobre algún negocio demasiado bueno como para ser cierto, es mejor que sepas que los negocios con bajas inversiones no dan cantidades irreales de dinero en poco tiempo. Estando frente a un caso así, podrías estar frente a una estafa piramidal.
En las estafas piramidales, los participantes deben hacer crecer la red captando nuevos participantes. Generalmente, se les pide que vendan un producto, y que quienes refieran más personas, o vendan más, tendrán beneficios incréibles, como automóviles de lujo o vacaciones todo pagado. Lo que pasa en realidad es que solo las cabezas de la pirámide ven beneficios, y la base es quien los aporta. Debes saber que hay dos tipos de pirámides, las abiertas y las cerradas.
Así son las pirámides abiertas
Aquí, los participantes saben cómo funciona la estructura. Sin embargo, quien invierte podría no estar completamente informado, por lo que esta estructura oscila entre la legalidad y el fraude.

Imagen: Especial
Aunque estas suelen ser confundidas con el negocio multinivel, las pirámides abiertas se caracterizan por entrar al negocio a cambio de completar alguna venta.
Pirámides cerradas
Si hay una persona encargada de regular la entrada de personas, y además es la dueña del negocio, realizando trámites y controlando los movimientos, estás frente a una pirámide cerrada.
El dinero recibido por esta persona no es para reinvertir, sino para captar más gente para participar en el negocio.
Así puedes detectar una pirámide
- Te ofrecen ganancias elevadas en lapsos breves y con poca inversión
- Siempre buscan nuevos miembros, y para unirte te piden una cuota
- La rentabilidad es dudosa; no sabes de dónde salen los recursos para este negocio.
