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Gentrificación: ¿es malo que extranjeros vivan en México pero ganen en dólares?

Uno de los fenómenos que que está causando más problemas entre los capitalinos es la gentrificación pero es culpa de extranjeros.
La gentrificación es un tema delicado
La gentrificación es un problema que debe estudiarse | Fuente: La Jornada

Un fenómeno ‘reciente’ por el que la Ciudad de México y entidades como Oaxaca atraviesan hoy en día es la ‘gentrificación’, la cual acusan es causada por extranjeros y nómadas digitales que ocasionan un incremento de los precios en diversos bienes y servicios, pero ¿los extranjeros tienen la culpa?.

¿Es malo que extranjeros vivan en México y ganan en dólares?

Dar una respuesta no es sencillo, pues existen muchos factores que se deben tomar en cuenta para ‘calificar’ si es bueno o no que extranjeros lleguen a vivir a México para gastar sus ‘dólares’ en la economía local.

Los afectados son los habitantes originarios | Fuente: Especial

Por un lado, el sector de servicios puede agradecer la llegada de extranjeros a su localidad, ya que al tener un poder adquisitivo superior ofrecen productos y servicios a un precio más alto, además de crear espacios que brinden un experiencia y estilo vanguardista con el fin de atraer a clientes de otras nacionalidades.

Sumado a ‘beneficios’ colaterales esto conlleva, como el rehabilitar espacios públicos, andadores, parques, deportivos, mejorar el alumbramiento y exigir al gobierno local que mejore los servicios de agua, recolección de basura y seguridad, con el fin de no ‘ahuyentar’ a los extranjeros que están dispuestos a caminar por estos sitios.

Extranjeros prefieren trabajar desde México

Sin embargo, lo que podría considerarse en una derrama económica por turismo puede traer consecuencias negativas a mediano plazo, cuando extranjeros deciden establecerse en las ciudades que les brindan productos a un precio bajo comparado con los sueldos que reciben.

Pone en desventaja a los habitantes que ganan el mínimo | Fuente: Especial

Pero, este fenómeno no es algo nuevo, de acuerdo a datos del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), hasta 2018 se contabilizaba un millón 74 mil extranjeros que radican en México, los cuales se distribuyen en 74.4% estadounidenses, 2.6% colombianos, 2.3% venezolanos, 1.4% canadienses, entre otras nacionalidades.

Esto sin contabilizar a los extranjeros que viven con estatus temporal, razón por el que en redes sociales se ha desatado una discusión a favor y en contra de ellos, pues acusan de aprovecharse de su estancia de turista para trabajar desde el lugar donde habitan y gastar su sueldo en dólares, agudizando la gentrificación el colonias como Condesa y Roma en la Ciudad de México.

Oaxaca claro ejemplo de gentrificación

Este problema que atañe a algunos capitalinos del cual ‘apenas’ se dan cuenta, lleva décadas sucediendo en otras entidades como Oaxaca, donde el INEGI reporta que en 20 años (2000-2020), la presencia de extranjeros pasó de 4 mil 500 a más de 22 mil 600 nuevos habitantes, del que predomina la nacionalidad estadounidense.

Es más costoso vivir en zonas gentrificadas | Fuente: Especial

Por ello, los habitantes originarios señalan que se encuentran en desventaja con la nueva oleada de extranjeros, pues aprovechan su estancia laboral para no pagar los impuestos correspondientes a sus salarios.

Pero a todo esto, no se debe perder que vista que la gentrificación no está condicionada a una nacionalidad, pues los mismos mexicanos han ocasionado esta situación en la Ciudad de México, claro ejemplo es Santa Fe, donde de la mano de desarrolladoras inmobiliarias, actores políticos y empresarios dividieron la localidad, una destinada a corporativos y zonas residenciales de lujo, que contrasta a el pueblo que lleva el mismo nombre.

Se deben aplicar regulaciones de desarrollo y fiscales | Fuente: Especial

A todo esto, sólo deja en evidencia que la gentrificación es un fenómeno que debe atenderse con políticas públicas eficientes para no dejar en desventaja a los habitantes originarios. Pues desde su primera definición en 1964, por parte de la socióloga británica Ruth Glass, ciudades en México y latinoamérica se verán verán afectados, lo que ocasionará más conflictos que puedan escalar a la xenofobia y clasismo, cuando el problema real no son los extranjeros, sino la falta de regulación y plan de desarrollo eficiente por parte de los gobiernos.

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