El nearshoring es un término usado para designar cuando las fábricas se mudan de sus países de origen a otros cercanos y donde es más barato operar. Por ejemplo, salarios, energía, insumos o impuestos. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) refiere que México podría ser el país que más se beneficie del nearshoring.
La cercanía de México con Estados Unidos es un factor que hace de nuestro país un destino atractivo para el nearshoring: la frontera entre ambos países es de más de 3 mil kilómetros, y ambos comparten zonas horarias. Además, el T-MEC hace menos costosos los aranceles, tal que el 80% de la producción industrial en México va hacia Estados Unidos.
Planta de la empresa china Lizhong, en Nuevo León || Fuente: Google
Sin embargo, China también está produciendo inversión extranjera, luego de la guerra comercial de Donald Trump, pero también luego de que el Covid-19 revelara que el mundo depende fuertemente de China. Así, los cierres y cuarentenas interrumpieron centros de trabajo y cadenas de suministro, cuyos efectos siguen resintiéndose este 2022, como en la industria automotriz, o en el mercado de semiconductores.
En este contexto, China también exporta fábricas hacia México. La firma Market Analysis reporta que las empresas chinas alquilaron ya 4 millones 224 mil pies cuadrados de naves industriales en nuestro país de enero a septiembre del 2022. En el mismo lapso, los estadounidenses rentaron 712 mil 600 mil pies cuadrados.
Sin embargo, estas prácticas enfrentan retos en nuestro país, como la lentitud de trámites para operar, la falta de certeza jurídica y política, así como temas de seguridad.
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