El ahorro de dinero requiere de adherirse a ciertos hábitos y abrazar cierta frugalidad. Estos hábitos te ayudarán a hacer pequeños cambios que ayudarán a hacer un mayor espacio en tu presupuesto.
1: Planifica las comidas que vas a preparar
La comida es esencial y es algo que no puedes renunciar. Sabiendo esto, hay algo que puedes hacer para ahorrar: escribe planes para preparar alimentos por semana o por mes. Al hacer esta planificación, toma en cuenta los ingredientes que tienes a la mano en tu refrigerador y alacena, y haz tus compras conforme a los ingredientes que no tienes.
Fuente: Pixabay
Esta planificación evita que desperdicies ingredientes que compraste y no fueron utilizados, y obliga a que al comprar cualquier carne, vegetal, congelado o especie para tu hogar, lo hagas pensando en platillos específicos. Con ello podrás ahorrar mientras evitas tentaciones de salir a comer cuando hay comida en la casa.
2: Aprovecha tu congelador
Se puede ahorrar si compras carne o pollo en grandes cantidades. La clave está en congelar porciones e irlas descongelando conforme las vas utilizando. Esto también se puede hacer con quesos, salsas, hierbas, vegetales y otros elementos que puedas comprar al mayoreo.
Fuente: Pixabay
3: Compra en línea
Comprar los elementos del supermercado en línea es conveniente si te ahorra tiempo o si el costo del envío es menor a la gasolina que gastas. El súper en línea es una opción útil porque puedes hacer y apegarte a tu lista de compras desde casa, lo que puede limitar los gastos impulsivos que a veces hacemos en la tienda.
También es útil porque puedes revisar varias tiendas a la vez para encontrar los mejores precios disponibles. Y por último, el súper no es la única opción para comprar: también hay elementos que son más baratos y convenientes en los mercados locales. Diversifica las fuentes de las que adquieres tus productos.
Fuente: Pixabay
4: Toma baños de agua fría
Este no es solo un truco para despertar, mantenerte con energía y mejorar tu circulación, también te ayuda a ahorrar dinero. Mientras que las duchas calientes son largas y relajantes, bañarte con agua fría te hace usar menos agua y no usas energía para calentarla. Aunque claro, si el tiempo se enfría, hay que tomar cierto coraje adicional para aplicar esta táctica.
Te invitamos a seguir nuestras redes sociales y canal de YouTube en Oink Oink.