Les voy a contar la increíble y triste historia de cómo arruiné mis finanzas personales por hacer apuestas deportivas con tarjeta de crédito.
Al principio gané una apuesta y eso me dio bastante seguridad, fue en algún partido del Real Madrid en Champions League. La ganancia no fue muy alta, pero se siente bien ganar dinero sin esforzarse, ¿no?
Bueno, luego empecé a obsesionarme con apostar cantidades un poco más grandes. No era mucho tampoco, mil o dos mil pesos por apuesta para poder ganar más dinero en caso de que el resultado fuera favorable.
Por apostar con tarjeta de crédito, arruiné mis finanzas | Foto: Unsplash
Algunas veces ganaba y otras perdía, así que yo sentía que la balanza estaba pareja. Mi error fue que, irresponsablemente, siempre que metía dinero para apostar lo hacía desde la tarjeta de crédito.
Así que cuando perdía no veía las repercusiones inmediatas y, cuando ganaba, omitía que parte de esa ganancia era el retorno del dinero que había apostado.
Para no hacer el cuento largo, después llegó la fecha de corte de mi tarjeta de crédito. Por supuesto, de mil pesos en mil pesos, ya debía prácticamente toda mi quincena solo para pagar el dinero que había apostado.
Apostar no es malo, siempre que no pongas en riesgo la estabilidad de tus finanzas personales | Foto: Unsplash
Por supuesto, terminé por experimentar una crisis financiera terrible, pues también tenía otros gastos que solventar. La moraleja es esta: apostar no está mal, siempre que lo hagas para divertirte y sin poner en riesgo tus finanzas.
Además, si apuestas, procura hacerlo con tarjeta de débito, así podrás tener claro cuánto es lo que ganas o lo que pierdes. Si usas tu tarjeta de crédito, corres el riesgo de perder el control de este tipo de gastos y afectar tu bolsillo de forma grave.
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