Si eres de las personas que hacen transferencias entre sus cuentas bancarias, puedes correr el riesgo de que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) las detecte como ingresos adicionales. De ser así, dichos recursos estarían sujetos a la aplicación de impuestos, te vamos a contar cómo evitarlo.
Según la resolución del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, los contribuyentes tienen la obligación de comprobar la proveniencia de las transferencias. Por ello, es importante que tengas los medios para demostrar al SAT que dicho dinero es de una cuenta tuya y no de un tercero.
Si realizas transferencias entre tus cuentas, guarda todos los comprobantes que puedas mostrar al SAT | Fuente: Freepik
En resumen, no es negativo realizar transferencias entre tus propias cuentas bancarias. Lo puedes llevar a cabo sin ningún problema, siempre y cuándo tengas los medios para comprobar dichas operaciones al SAT, en caso de que sea necesario.
Las transferencias y el SAT
Es importante aclarar que esto no significa que debes “temer” al SAT por hacer transferencias entre tus cuentas. Para ello, de acuerdo con el Artículo 59, Fracción III del Código Fiscal de la Federación, deberás presentar la siguiente documentación:
- Estados de cuenta.
- Documentos de trabajo.
- Recibo (o copia) que indique el monto, la proveniencia del deposito, número de cheque o reporte de transferencia, la forma de pago y el número de cuenta bancaria abierta a tu nombre.
Que el SAT esté al pendiente de los depósitos no significa que no puedes hacer transferencias entre tus cuentas | Fuente: Freepik
Adicionalmente, los contribuyentes deberán presentar una prueba contable en la que se pueda verificar que las transferencias no aumentaron su patrimonio, así como el registro de operación y las cantidades en sus cuentas.
Finalmente, recuerda que, independientemente de cómo manejes tus finanzas, es importante guardar todos los tickets y comprobantes de tus operaciones bancarias.
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