Por alguna misteriosa razón, algunas personas piensan que beber refresco es un símbolo de cierto estatus. Lo que sí puedo decirte es que dejar de tomarlo te ayudará a tener un buen ahorro de dinero y mejorar tu salud al mismo tiempo.
1. Reduces las posibilidades de padecer enfermedades relacionadas al exceso de peso
Los refrescos son altos en azúcares y calorías, lo que te hace más propenso a padecer enfermedades cardiovasculares, que van de la obesidad a la diabetes tipo 2. Por otro lado, el consumo de estas bebidas disminuye tu umbral de sabor, haciendo que consumas más azúcar del que deberías en otros alimentos, y evitando que disfrutes el sabor de la comida real. Este consejo para ahorrar es sumamente efectivo, aunque no sea notable a simple vista.
Podrás ahorrar || Fuente: Banxico
A mediano plazo, podrás cuidar la salud de tus huesos y dientes, que se deterioran ingiriendo estas bebidas. Arreglar esto puede costarte una fortuna, sobre todo si no le prestas atención a tiempo. A largo plazo, evitarás costosas enfermedades como la diabetes, que afectan tu calidad de vida y te hacen incurrir en grandes gastos.
Piensa en el dinero que estás gastando en estos momentos en comprar refresco, y si vale la pena el riesgo al que te estás enfrentando.
2. La solución: beber agua
El agua es más barata que el refresco, y lo mejor es que te ayuda a mantener funciones vitales de tu cuerpo. Con ello evitarás desarrollar estas afecciones a mediano y largo plazo, además de recuperar tu umbral del sabor. Esto te permitirá sumar a tu fondo de ahorro.
Ahorra bebiendo agua || Fuente: Pixabay
En cuanto a dinero, si compras un refresco retornable cuyo precio es de 25 pesos (por decir un ejemplo) todos los días, estarías gastando 9 mil 125 pesos al año. Si compras un garrafón retornable de 20 litros en 45 pesos cada diez días (por ponerte el ejemplo de comprar agua que no sea de la purificadora local), comprarías 36 garrafones al año, o 1620 pesos. Es decir, es casi seis veces más barato en el corto plazo y mucho más saludable.
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