Si te subieron el sueldo, un error puede ser incrementar tus gastos al mismo ritmo o por encima de ese nivel. A este fenómeno se le conoce como inflación del estilo de vida.
Si no le pones atención a la inflación del estilo de vida, en el largo plazo puedes terminar con objetivos financieros sin cumplir. Por ejemplo, corres el riesgo de quedar atrapado en el ciclo en el que no puedes lograr tus metas porque simplemente debes seguir trabajando para costear tus deudas, cuentas y tu estilo de vida en general.

Inflar tu estilo de vida a la par o por encima de tus ingresos es un erro || Fuente: Unsplash
¿Por qué ocurre?
En ocasiones, este fenómeno se debe a que las personas incrementan sus gastos para estar a la par de sus amigos y conocidos. También puede pasar que gastar más nos da la sensación de que nuestra situación cambió.
Sin embargo, copiarle a otros los hábitos de gasto nos hace perder de vista que lo superficial es lo que ostentan para aparentar riqueza, sin que realmente la posean. La clave es recordar que parecer rico o de un mejor estrato de ingresos no significa serlo, pues en ocasiones hay detrás malas elecciones financieras.
También ocurre que gastamos más porque necesitamos recompensarnos. Trabajamos duro por el dinero, por lo que justificamos darnos ciertos lujos que si no revisamos y no entran dentro de un presupuesto, pueden comprometer nuestra salud financiera.

Copiarle a los vecinos el estilo de vida o recompensarnos impulsivamente nos afecta a largo plazo || Fuente: Unsplash
Sin embargo, la inflación del estilo de vida se convierte en un hábito, donde compramos cada vez a comprar más cosas para mantenernos. Así, es posible que tengamos un sueldo que pocos pueden ganar, pero si no tenemos educación financiera y no limitamos los gastos, podemos terminar igualmente viviendo al día.
¿Cómo evitar gastar más de lo que crecen mis ingresos?
Es importante pensar que conforme avanza la vida, cambian nuestras necesidades. Incluso se justifica hacer gastos que antes no hacíamos, como en autos o renovar el guardarropa, así como los necesarios para cubrir lo que va exigiendo la situación familiar.
Sin embargo, lo importante en este caso es manejar nuestras finanzas con un presupuesto y comprender que existen múltiples plazos al manejar nuestro dinero. La clave es reducir las compras por impulso y sin planificación y poder recortar los gastos superfluos para poder destinar esos recursos a proyectos más grandes.

En el largo plazo, inflar tu estilo de vida no te beneficia financieramente || Fuente: Pixabay
Es decir, debemos diferenciar entre metas de corto plazo, como cubrir nuestras necesidades básicas, de las de mediano plazo, como ahorrar para pagar el enganche de una casa, por ejemplo; contra las de largo plazo, como ahorrar para el retiro.
La planificación financiera de este modo nos evitará que inflemos los gastos junto a nuestros ingresos, llevándonos a vivir al día, aún y a pesar de que estemos ganando más. Entonces, también es importante diferenciar las cosas que necesitamos de las que deseamos, pues nuestros deseos son ilimitados y los recursos son limitados.

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