Usar tus tarjetas de crédito para realizar compras y pagar por productos y servicio pueden darte una serie de ventajas, pero, ¿qué ocurre cuando las prestas a tus amigos o familiares? Ante estas situación es importante que tengas cuidado, ya que puedes meterte en problemas, al menos para ti.
Resulta beneficioso para las personas a las que les prestas tu tarjeta, ya que obtienen un producto o servicio, pero como titular hay aspectos que debes considerar, ya que podrías caer en un delito.
¿Por qué podrías cometer delito?
De acuerdo con el presidente de la Asociación Nacional de Especialistas Fiscales de la delegación Guanajuato, Edgar Ulises Hernández, esta es una situación recurrente que puede traer consecuencias, ya que es considerada como una discrepancia fiscal que se encuentra regulada por el artículo 90 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Esto afecta al titular de la tarjeta de crédito, pues gasta más de lo que declara o debió declarar y por este tipo de situación es que el Sistema de Administración Tributaria se encarga de solicitar información del contribuyente.
Esto afecta al titular de la tarjeta de crédito, pues gasta más de lo que declara o debió declarar.| Foto: Unsplash
Seguido de ello el SAT pedirá una explicación para saber de dónde está saliendo todo el dinero que es gastado, ya que desde el 2008 vigila el sistema financiero con depósitos a tarjetas de crédito y débito.
En caso de que el contribuyente no pueda justificar de dónde proviene el dinero se considerará como un delito por defraudación. De acuerdo al especialista esto queda establecido en el artículo 109, fracción primera del Código Fiscal.
Un aspecto importante que hay que tomar en cuenta es que esta situación podría no aplicar en caso de que la tarjeta de crédito sea adicional a algún integrante de la familia del titular.
Evita prestar a toda tu familia o amigos tus tarjetas de crédito, ya que podrías meterte en serios problemas con el SAT.
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