El ahorro de dinero es fundamental para organizar tu vida financiera, la regla del diezmo te puede ayudar a comenzar a hacerlo. Te contamos.
Una de las ideas más recurrentes es que el ahorro debe hacerse gastando primero y luego ahorrar lo que sobró a final de mes. Si no hay planeación financiera a través de un presupuesto, te darás cuenta de que nunca sobró a final de mes, por lo que no serás capaz de ahorrar.
Destina un 10% de tus ingresos al ahorro || Fuente: Pixabay
El diezmo era una regla que obligaba a los fieles a entregarle un 10% de sus ingresos a la iglesia. Esta vez, vas a destinar un 10% de tus ingresos a tu fondo de ahorro. Es decir, apartar un porcentaje de dinero desde que te pagan, y gastar después. Para gastar, es fundamental que planifiques tus gastos mensuales con un presupuesto.
Sin embargo, el todas las formas de ahorrar dinero tienen un límite, y es que está atado a los ingresos mensuales que ya tienes. También puede ser deseable buscar o construir fuentes alternativas de ingresos.
El ahorro tiene sus límites, como tus propios ingresos || Fuente: Pixabay
Por otro lado, en épocas como la que vivimos actualmente, la inflación está creciendo y los precios de los bienes y servicios están al alza. Esto impacta sobre tu bolsillo y puedes resentirlo al hacer tu presupuesto y tus compras. En este sentido, se hace más importante pensar en racionalizar el uso de tus recursos, planeando estratégicamente qué vas a comprar, evitando desperdiciar, o no dejando que el agua, gas o electricidad se sobreconsuman.
Si bien a veces decimos que con este sueldo no alcanza para ahorrar, y por tanto no lo hacemos, no debes perder de vista que la clave está en la planeación financiera. También puedes verlo como un reto de ahorro el apartar ese diezmo.
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