Comprar objetos de lujo, como ropa de marca, joyería o autos vistosos puede ser una trampa financiera. Te contamos porqué muchas personas se obsesionan con ellas aún si no las pueden costear.
1. Necesidad de pertenecer
La razón más grande por la que cualquiera podría querer comprar algo que no puede comprar tiene que ver con el deseo de pertenecer. Pertenecer, por ejemplo, a un grupo de personas, y el deseo por demostrar que uno cuenta con los medios o status para pertenecer.

Es una mala idea comprar lo que no se puede costear || Fuente: Pixabay
Cuando no perteneces a estos círculos, es fácil caer en la trampa de pensar que existen prejuicios sobre las personas según como se ven (y queda el pésimo gusto de decir que como te ven te tratan, cuando las personas con clase no hacen esta distinción). Y entonces, preferirás comprar objetos de lujo para aparentar, aún si no los puedes costear.
2. Baja autoestima
Muchas veces estar limitado puede hacerte caer en la trampa de querer comprar estos bienes para que no te vean como alguien pobre. Esto no es saludable, porque de las apariencias puedes llegar a una vida llena de deudas de consumo.
Ahora imagina si quieres presumir en redes sociales. Vivir de apariencias es costoso, no lo olvides si no puedes costear lo que quieres.

Vivir de apariencias crea un boquete en tus finanzas || Fuente: Pixabay
3. Vivir un sueño
La otra razón es que compras cosas con las que solo sueñas. Por ejemplo, una camioneta de lujo o una bolsa de diseñador que te costaría más de un año de tu sueldo.
A veces esto lo vemos como motivaciones para trabajar más duro, pero también pueden ocasionar situaciones que pueden mermar tu situación financiera y hasta emocional.
4. Falta de educación financiera
Entender tus finanzas supondría poder vivir por debajo de tus medios, ahorrando e invirtiendo. La idea no es parecer rico, sino ser más rico, y eso se logra comprando activos.
Quédate con esto como conclusión, no está mal querer ciertas cosas. Sin embargo, es necesario adquirir educación financiera para no terminar rematando tus posesiones porque no te administraste correctamente.