Muchas personas piensan que el claxon de su auto es un agradable instrumento musical, así que lo usan indiscriminadamente y hacen que le retumbe el tímpano a los demás conductores.
Sin embargo, el claxon tiene una función específica y se incluye en los vehículos por una razón: para evitar accidentes. Es decir que debe accionarse cuando hay algún riesgo: alguien se cambió de carril porque perdió de vista al auto de al lado, por ejemplo.
Así pues, si no es para evitar un accidente, no debe usarse claxon. No lo decimos nosotros, lo dice el Reglamento de Tránsito de la CDMX.
De acuerdo con dicho reglamento, los conductores que utilicen el claxon para que el auto de enfrente avance o para sacar su histeria absoluta con mentadas de madre al por mayor, son acreedores a una multa que va de 5 a 10 veces la Unidad de Medida y Actualización vigente.
Esto quiere decir que si un policía de tránsito te cacha en pleno tocamiento de claxon, podrás recibir una multa de hasta 962 pesos. Por lo tanto, tocar el claxon no te ahorra tiempo (pues nadie te hará caso ni terminarás con el tráfico del mundo por hacer tremendo escándalo) y te hará que tengas que desembolsar casi mil pesos.
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