El restaurante Serendipity 3 ya se ganó un reconocimiento oficial por vender las papas fritas más caras del mundo. Su preparación es, más que excéntrica, lujosa. Aquí te diremos qué ingredientes utilizaron.
El mundo sigue un poco preocupado por al alza generalizada de los precios. No obstante, los de Serendipity 3 pensaron que era buena idea incluir en su menú las papas fritas más caras del mundo. El precio de este manjar, aparentemente mundano, es de 200 dólares (casi 4 mil pesos mexicanos).
Esta hazaña ya le mereció un Récord Mundial Guinness a las Crème de la Crème Pommes Fries, como las nombraron los chefs Joe Calderone y Fredrick Schoen-Kiewert.
Cómo preparan las papas fritas más caras del mundo
Así se degustan estas papas fritas, con champaña Dom Perignon | Fuente: Instagram Serendipity 3
El principal ingrediente son las papas Chipperbec, una variedad de patatas específicamente creadas para ser fritas. Son de una piel más fina que las comunes, contienen cantidades reducidas de almidón y absorben menos grasa.
El proceso inicia con el blanqueo de las papas, las cuales se ponen en champaña Dom Perignon, junto con un vinagre de Ardenas de champagne francés J LeBlanc. Esto dura hasta que las papas se suavizan.
En seguida se fríen dos veces en grasa de oca, una especie de pato. La grasa de este animal tiene propiedades benéficas y saludables, parecidas al del aceite de oliva, pero con un peculiar sabor a nuez.
Posteriormente, se sazonan con sal y aceite de trufas negras, provenientes de Umbria, Italia. Son aderezadas con pedacitos de hongos y una salsa de queso muy especial. Esta salsa es elaborada con crema de vaca orgánica, mantequilla y queso suizo Raclette, de Gruyere envejecido durante tres meses. Esto ya suena bastante delicioso, pero falta algo más: las papas son bañadas en polvo de oro comestible de 23 quilates.
Momento exacto en el que las papas fritas son bañadas con oro | Fuente: Instagram Serendipity 3
El restaurante Serendipity 3, ubicado en la ciudad de Nueva York, también tiene el título por la hamburguesa más cara del mundo incluida en un menú permanente. Esta cuesta 295 dólares. Pero no solamente eso, el lugar también vende el helado más caro, por 1,000 dólares.
Si quisieras comer ahí y degustar estos tres deliciosos platillos, deberías desembolsar $1,495 dólares, ¡casi 30 mil pesos! Tú dirás si vale la pena la experiencia.
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