Las subastas numismáticas juegan un rol fundamental al comprar y vender billetes y monedas. De hecho, es aquí y no en portales de internet donde ciertas piezas sí alcanzan altos precios, puesto que son operaciones de compraventa comprobables y no el precio arbitrario de una persona en internet.
Aunque las personas le temen a las subastas porque la cultura pop les contó que si levantan la mano por accidente al bostezar estarán comprando algo sin querer, esto pasa poco. Superando este miedo, los coleccionistas e inversionistas encuentran que las subastas están llenas de oportunidades para conseguir monedas excepcionales.
Las subastas son el lugar perfecto para vender monedas raras: es decir, no aquéllas de níquel o billetes recientes de papel o plástico emitidos hace pocas décadas, sino monedas de oro y plata con siglos de antigüedad, que podrían haber estado guardadas en colecciones pasando de mano en mano por generaciones.

Fuente: Twitter @ANACoins (American Numismatic)
El interés de los coleccionistas en subastas públicas atrae su atención, pues estos eventos ayudan a generar señuelos sobre los precios de las piezas (donde por supuesto, esto es un recordatorio de que sitios como MercadoLibre no ayudan para determinar precios de las piezas). También esto otorga cierta distinción entre el gremio de coleccionistas, al adquirir piezas en público, que se añadirán a sus posesiones. Esto les permitirá presentarse nuevamente a subastar sus compras esperando obtener más de lo que pagaron.
Las comunidades numismáticas más cercanas a ti posiblemente puedan orientarte con las fechas y lugares de las próximas subastas, así como su propia organización y lógica interna. También hay subastas en línea, que alcanzan el grado de internacionalidad gracias al internet. Por ejemplo, las que organiza la Numismatic Guaranty Company (NGC).
Te invitamos a seguir los canales oficiales de Oink Oink.
