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¿Por qué tener sexo todos los días te hará millonario?

En este espacio te explicamos cómo es que tener sexo todos los días puede ayudarte a volverte millonario y cumplir grandes objetivos.
Céntrate en esto y no en tu salario para ser millonario (Imagen: pixabay)
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Sabemos lo que pensaste al entrar a esta nota: que tu abuela tuvo catorce hijos y jamás se hizo millonaria. Sin embargo, aquí te argumentamos cómo es que tener sexo todos los días puede ayudarte a volverte millonario.

Aunque no soy psicólogo, esta disciplina maneja un esquema sobre las necesidades humanas que se llama Pirámide de Maslow. Te la dejamos enseguida para que te familiarices con ella:

Imagen: Wikicommons

Lo que este modelo pretende explicar, con sus limitaciones, es que las necesidades que están en la base son aquellas que compartimos con las bestias, entre las que se encuentran las necesidades de satisfacción sexual. Por su parte, los temas económicos, que guardan relación con ser millonario están en el segundo nivel. Como puedes ver, ninguna de ambas te convierten en una persona exitosa por sí misma, porque la autorrealización viene con cosas menos materiales.

Imagen: Unsplash

De acuerdo con la pirámide, es necesario tener cubiertas las necesidades fisiológicas para poder cumplir con las de seguridad. Y aunque no necesariamente hay una relación causal, lo cierto es que tu tiempo es limitado: tienes 24 horas por día y no son renovables.

Esto implica que por cada minuto que dediques a pensar en tener sexo porque no lo tienes, tienes un lapso en el que no eres capaz de pensar en cómo generar más dinero satisfaciendo de forma más eficiente, con nuevos emprendimientos o viendo cómo invertir tu dinero.

¿Cómo el sexo me ayudará a obtener más dinero?

Tranquilos, no estamos hablando del oficio más viejo del mundo. Pensémoslo como una analogía. Si has sentido una urgencia irrefrenable por tener sexo, tenemos la expectativa de que tengas como supuesto de que si lo quieres tener, debes alcanzar un consenso con otra(s) persona(s). Entonces, debe ser un acto voluntario entre dos partes, en contraposición con el sexo sin consentimiento.

Ganar dinero es parecido. Si tienes deseos irrefrenables por ganar dinero, lo que es indispensable es que le ofrezcas tus bienes y servicios a tus semejantes, resolviendo problemas o vendiendo algo que ellos quieran. Para eso hay comercio, y por eso ambas partes ganan en un acuerdo voluntario. Cosa contraria pasa con el robo, el fraude, la extorsión, o los impuestos (¿o tú los pagas con mucha alegría?).

Imagen: Especial

¿Viste a la tristemente denostada Sayra de la Cruz, que salió a comprar 300 roscas de reyes en 99 pesos y las revendió en 150? Pues aunque se ganó el odio de los enemigos del comercio, ella vendió su producto, porque acercó esas roscas a quienes no querían ir a la panadería, y porque tomó un riesgo, pues pudieron echársele a perder. Y por el contrario, su pequeño emprendimiento la dejó recuperando su inversión y le dio una ganancia de 15 mil pesos.

En el caso del sexo y del comercio, las partes involucradas ganan si son acuerdos voluntarios. Pero volvamos al supuesto en que no tienes ninguno de los dos. Lo importante es que tengas hambre de más, porque esa hambre es lo que nos hace crecer.

Imagen: Especial

Tienes que aprender a venderte y a ser más ambicioso. Incluso a entender el valor de la escasez. Las personas que están casadas tienen poca intimidad porque están cansadas una de la otra, pero sus pulsiones siguen ahí. Esas personas necesitan darle rienda a sus pasiones para rendir más y poder sacarle jugo a su dinero. Es por eso que muchos se disfrazan y juegan a ser otras personas, o le entran a los intercambios (y no de los navideños).

Tú deber es ir y gastar una parte de tu dinero en tonterías para que te mentalices de que para eso es el dinero y busques la forma de ganar más. No se trata de pedir a crédito, la idea es que expandas tus actividades y quieras ganar más. Si tienes pareja, pídele que te cumpla esa fantasía, y que ambos queden con ganas de más. Y luego, podrán escalar en la pirámide hasta que logren el éxito.

Esa hambre de más es la que debe estar encausada y bien encaminada. La carencia de una cosa u otra debe empoderarte para que puedas ser capaz de buscar más siempre. ¿Para qué? Porque así puedes conseguir otros objetivos más altos.