Salvo honrosas excepciones, como algunos autos de la Fórmula E o prototipos como el Mustang Lithium, los autos eléctricos son, en su mayoría, automáticos.
Es decir que no tienen una caja de cambios manual. Para los amantes de la conducción esto puede ser un problema, pues un auto automático no te otorga las mismas sensaciones al volante que un auto estándar.
Por supuesto, esto es subjetivo, no obstante, puede ser un asunto crucial al momento de elegir un auto. Así que a continuación te explicaremos a qué se debe esta característica de los vehículos eléctricos.
La caja de cambios manual es la favorita de los fanáticos de la conducción | Foto: Unsplash
Los motores de combustión interna, es decir, los que le dan vida a los autos que utilizan gasolina, requieren de ciertos rangos de revoluciones por minuto (RPM) para generar la potencia necesaria para hacer que un vehículo se desplace.
La caja de cambios ayuda, precisamente, a cambiar de rango para que el motor ofrezca mayor o menor potencia. Ahora bien, hay autos que cambian de velocidad de forma automática y otros de forma manual. Esta última opción es la favorita de los conductores de hueso colorado.
Ahora bien, en el caso de los motores eléctricos, éstos no requieren una caja de cambios por una razón sencilla: a diferencia de las máquinas de combustión interna, no están supeditados al rango de RPM para desarrollar potencia.
Los motores eléctricos entregan potencia de forma inmediata | Foto: Unsplash
Un motor eléctrico entrega potencia de forma inmediata con solo pisar el acelerador (por esta misma razón es que suelen ser mucho más veloces en el arranque, pues no esperan a que la combustión haga su trabajo). De hecho, los autos eléctricos funcionan todo el tiempo en una sola marcha.
Por esta razón, no tiene sentido incluir una caja de cambios (ni automática ni manual) en un vehículo eléctrico. Así que si buscas un auto manual, será mejor que optes por revisar la oferta de coches a gasolina.
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