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¿Realmente vale más un buen amor que mil costales de oro?

Esto es lo que dice la ciencia sobre si vale más un buen amor que mil costales de oro. Aquí te contamos los detalles sobre el tema, de acuerdo con investigaciones de distintos expertos.
vale más un buen amor que mil costales de oro
¿Vale más un buen amor que mil costales de oro? | Foto: Twitter/Unsplash

Hay una canción de Vicente Fernández que tiene una frase muy famosa que dice: “vale más un buen amor que mil costales de oro”. Pero, ¿qué tan cierta es esta afirmación? Aunque puede parecer que todo está relacionado con la percepción de cada persona, hay estudios que resuelven dicha cuestión.

Sí, la ciencia puede ayudarnos a saber si vale más un buen amor o mil costales de oro. En esta ocasión revisaremos algunos estudios que se han enfocado en la relación entre felicidad, dinero y amor.

Por supuesto, debemos aclarar que partiremos de la suposición de que el valor máximo de la vida es alcanzar la felicidad, logro que generalmente se relaciona, precisamente, con el amor y el dinero.

Alcanzar la felicidad: ¿con dinero o con amor? | Foto: Unsplash

Así pues, veamos qué dice la ciencia. Comencemos con el dinero: en 2021, Mathew Killingsworth, psicólogo de Harvard, creó una app móvil (Track your Happiness) para estudiar el valor que las personas le dan al dinero respecto a su felicidad.

Posteriormente, la revista Forbes publicó las declaraciones del especialista respecto a los resultados: 

“Cuando tienes más dinero, tienes más opciones sobre cómo vivir tu vida. Es probable que puedas ver esto en la pandemia. Las personas que viven al día y son despedidos necesitan tomar el primer trabajo disponible para mantenerse a flote, incluso si es uno que no les gusta. Las personas con un colchón financiero pueden esperar por el empleo que se adapte mejor a lo que quieren. En las decisiones grandes y pequeñas, tener más dinero le da a la persona más opciones y un mayor sentido de autonomía”

Así pues, las personas que tienen más dinero sienten que tienen mayor control sobre su vida y, por tanto, experimentan mayor felicidad.

El dinero tiene un límite (umbral máximo) en cuanto a la felicidad: estudio | Foto: Unsplash

No obstante, otro estudio que se realizó en 2010, a cargo de Daniel Kahneman y Angus Deaton, ganadores del premio Nobel de Economía, aporta otros elementos a este asunto.

Según la investigación de este par de expertos, la felicidad que el dinero otorga tiene un umbral máximo. Cuando los sujetos llegan al mayor nivel de bienestar económico, la sensación de felicidad comienza a disminuir. Esto se debe a que se tiene control de la vida en términos financieros, pero no emocionales.

Esto nos lleva, entonces, a hablar del bienestar emocional y a entrar de lleno en la cuestión del amor. De acuerdo con Edith Carrasco Chávez y Rozzana Sánchez Aragón, investigadoras de la UNAM:

“Las emociones causan en los seres humanos un impacto que puede ir de lo placentero a lo displacentero. Las diversas experiencias emocionales que se producen, facilitan u obstaculizan el flujo normal del ir y venir de los individuos”

En 2008 publicaron un estudio para observar la influencia del amor en la felicidad de las personas, donde se concluyó que: 

“Emociones como la felicidad y el amor provocan una serie de reacciones fisicoquímicas que nos proveen de una sensación de autorrealización y plenitud. Hay una intersección y dependencia entre estas emociones de valencia positiva; así que el amor resulta un factor importante para la felicidad”

El amor produce reacciones fisicoquímicas que generan felicidad | Foto: Unsplash

Ahora bien, demos unos pasos atrás para encontrar una conclusión a la cuestión central de estas líneas. El dinero (costales de oro) nos puede dar control sobre temas financieros, pero no puede hacerse cargo de las reacciones fisicoquímicas que experimentamos con relación a la felicidad.

En cambio, el amor sí puede aportarnos estas sensaciones de autorrealización y plenitud que, inevitablemente, se traducen como felicidad. Por lo tanto, Vicente Fernández tenía razón. En términos científicos, sí “vale más un buen amor que mil costales de oro”.

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