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¿Cómo puede perjudicar hablar demasiado en una entrevistas de trabajo?

Ser extrovertido puede serles útil, ya que se sabe que aquellos que son extrovertidos tienen una ventaja en el lugar de trabajo
Hablar demasiado durante entrevista de trabajo (Imagen: pexels)
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Todo el mundo tiene un amigo que habla bastante y comparte lo que hizo durante el fin de semana, lo que harán el próximo fin de semana, lo que cenó, con quién están saliendo; puede ser agotador pasar el rato con alguien así, o incluso leer sus publicaciones en las redes sociales, debido a la avalancha de información. siempre sienten la necesidad de brindar. Pero son nuestros amigos, así que los perdonamos por monopolizar las conversaciones y obstruir nuestro feed de Facebook.

Imagen: Especial

Algunos de nosotros incluso podemos ser culpables. Quizás eres el hablador y te encanta ser el centro de atención en los círculos sociales. Para quienes buscan trabajo, ser extrovertido puede serles útil, ya que se sabe que aquellos que son extrovertidos tienen una ventaja en el lugar de trabajo. Sin embargo, si bien ser una persona sociable puede darles a los empleados una ventaja al ascender en la escala corporativa, los solicitantes de empleo deben tener cuidado de no ser demasiado prolijos en las entrevistas. Aunque compartir información es una parte necesaria del proceso de solicitud de empleo, compartir en exceso podría costarles el trabajo a los candidatos. Veamos algunas razones.

Mala primera impresión

Una entrevista de trabajo está destinada a ser un intercambio de información. Los entrevistadores quieren conocer a los candidatos, haciéndoles varias preguntas para determinar si son adecuados para el puesto y la organización. Los candidatos, a su vez, comparten información sobre su historial laboral y experiencia laboral relevante. Cuando un candidato habla demasiado en una entrevista, hace que el entrevistador sienta que ha perdido el control de la situación, lo que nunca debería suceder. Si bien los candidatos deben sentirse libres de ser ellos mismos, deben dejar que el entrevistador controle la dirección de la entrevista para obtener la información que buscan.

Falta de respeto

Los entrevistadores suelen tener una agenda apretada y deben entrevistar a varios candidatos además de sus responsabilidades diarias. Los solicitantes de empleo que monopolizan la conversación muestran un desprecio por la agenda del entrevistador y una falta de respeto por su tiempo. Si la reunión se acerca a su fin y el entrevistador aún no ha recopilado la información necesaria para evaluar con precisión al candidato para el puesto, lo coloca en la incómoda posición de tener que llegar tarde a su próxima cita o terminar la entrevista sin los hechos que requieren tomar una decisión de contratación.

Falta de concentración

El objetivo principal de una entrevista de trabajo es evaluar a los candidatos, y un entrevistador experimentado sabe qué preguntas hacer para determinar qué candidato sería el más adecuado para el puesto y la empresa. Sin embargo, si los candidatos se distraen con facilidad y tienen problemas para concentrarse en el tema al responder preguntas sobre su historial laboral o calificaciones, el entrevistador puede tener inquietudes con respecto a su capacidad para concentrarse en las tareas asignadas o completar los proyectos dentro de los plazos una vez contratados. Si bien compartir historias y ejemplos personales puede ser útil en las entrevistas, los candidatos deben ser breves y asegurarse de que sean relevantes para las preguntas del entrevistador. Si el entrevistador luego requiere más información, preguntará.

Preocupaciones por la confidencialidad

Manejar un negocio exitoso implica manejar información confidencial. Esto puede incluir cifras de ventas de la empresa, salarios de los empleados, detalles del cliente, entre otras. Casi todos los empleados por encima del nivel de entrada encuentran algún tipo de información que no debe compartirse fuera de la empresa. Si los candidatos muestran una falta de moderación al compartir historias irrelevantes o detalles personales durante una entrevista de trabajo, esto puede verse como una señal de alerta con respecto a su capacidad para mantener la confidencialidad cuando se les da acceso a información confidencial de la empresa. Las entrevistas son un buen momento para comenzar a generar confianza con los empleadores. Además de compartir la información personal solicitada por el entrevistador, los candidatos también deben demostrar que saben cuándo no compartir.

Comportamiento de las redes sociales

Compartir en exceso no se limita a las conversaciones cara a cara; también puede ocurrir en línea. Ya se ha escrito demasiado sobre la etiqueta de las redes sociales, y la mayoría de los solicitantes de empleo saben que probablemente serán juzgados por su comportamiento en línea. De hecho, según una encuesta reciente de CareerBuilder, el 70% de los empleadores usan los sitios de redes sociales para seleccionar a los candidatos antes de contratar, y 7% planea comenzar. Si un empleador encuentra docenas de publicaciones frívolas en las redes sociales mientras investiga a un posible empleado, esto podría resultar perjudicial para la marca personal del candidato, independientemente de si él o ella considera que el contenido es “apropiado”. Los candidatos deben recordar que las publicaciones en las redes sociales no tienen que ser lascivas o profanas para poner en peligro sus perspectivas laborales.

En casi todos los roles e industrias, el éxito requiere ser consciente del entorno y actuar de manera adecuada. Las entrevistas de trabajo son el primer paso hacia el éxito profesional y brindan a los empleadores la oportunidad de observar y evaluar el comportamiento de los candidatos.