Un estudio llevado a cabo por el economista conductual Dan Ariely realizado entre trabajadores, encontró que existen mejores incentivos a la productividad si se les ofrece pizza que dinero.
Los resultados están detallados en su libro Payoff: The Hidden Logic That Shapes Our Motivations. Para el experimento, Ariely escogió trabajadores de una fábrica de chips de computadora, porque su nivel de productividad puede medirse con mayor claridad.

Fuente: Especial
A los trabajadores les ofrecieron tomar uno de tres premios si conseguían una semana de trabajo productiva: pizza, elogios, o premios en efectivo que rondaban los 30 dólares. A un cuarto grupo, o grupo control, no se le ofrecieron recompensas.
Tras el primer día, a quienes se les ofreció pizza incrementaron 6.7% su productividad con respecto al grupo control. Por otro lado, a quienes se les ofreció un elogio (un mensaje de texto del jefe diciéndoles “Bien hecho”) estuvieron a la par de a los que les ofrecieron pizza, con 6.6% más productividad que el grupo control.
En contraste, al grupo al que se le ofrecieron los 30 dólares de recompensa mostraron un 4.9% de productividad adicional contra el grupo control.

Fuente: Oink Oink
En el curso de la semana, la productividad de los trabajadores a los que se les ofreció el efectivo cayó. Es decir, el premio en efectivo costaría más a la empresa y resultó en una caída del 6.5% en la productividad. Desde el punto de vista del empleador, esta recompensa es peor que no ofrecer incentivos.
En suma, el trabajo de Ariely mostraría, en un entorno controlado, que decirle a los empleados que su trabajo es importante o darles pizza para decir gracias ayuda más a la productividad que los premios en efectivo. ¿Qué piensas tú?

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