Mucho se especula sobre el nivel del tipo de cambio, normalmente atribuye que la paridad del peso y el dólar refleja la estabilidad económica del país. Esto no es necesariamente cierto, ya que esto aplica a un tipo de cambio controlado por el gobierno y no en un tipo de cambio de libre flotación como el que tiene México.
Esto se debe a que un tipo de cambio de libre flotación opera a partir de los mercados, así que la paridad es afectada tanto por cuestiones internas al país como por cuestiones externas. Es decir, el precio del peso respecto del dólar está inmerso en un marco global, ya que la divisa mexicana es utilizada en todo el mundo, por lo tanto, el precio puede ser afectado por distintas coyunturas, por ejemplo, por la reciente crisis de divisas en Turquía que generó el “efecto sultán” o la victoria de Donald Trump en 2016. Asimismo, fenómenos internos como la cancelación del NAIM por parte del gobierno de López Obrador, generan movimientos en el tipo de cambio.
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En ese sentido, podríamos decir que el precio tipo de cambio responde a distintos contextos y por lo tanto, a distintos entornos de incertidumbre. Por lo tanto, no puede ser atribuido completamente al buen o mal desempeño de un gobierno o de la economía, sino a distintas variables de la economía global.
Por ejemplo, que el tipo de cambio haya bajado al rango de 18 a 19 pesos por dólar, no es reflejo de un desempeño económico extraordinario, ya que si vemos otros indicadores, veríamos una desaceleración de la economía desde el último trimestre del año pasado, tal como ha señalado el Banco de México.
¿Entonces, por qué ha bajado el tipo de cambio? Básicamente, el movimiento se dio por un fortalecimiento general de las monedas emergentes frente al dólar, después de que la FED anunciara que no subirá las tasas de interés para este año, lo cual, en el caso de México, le da un margen de maniobra al Banco Central para bajar la tasa de referencia y dar un poco de impulso a la economía.
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Para José Oriol Bosch, director del grupo Bolsa Mexicana de Valores, la salud de la economía mexicana se vería reflejada en que las Bolsas de Valores mexicanas se recuperaran y, después que las inversiones directas en el país aumentaran. Ya que un entorno como este sería muestra de la recuperación de la confianza de parte de los inversionistas y los mercados, en la medida en que reflejarían una percepción de menor riesgo en la economía mexicana.
“Todavía no hemos visto una recuperación o estamos todavía muy lejos de los niveles máximos que habíamos visto hace un año, por ejemplo, esperemos que también vayamos viendo una recuperación en los activos y en la inversión de corto plazo”, señaló Oriol Bosch a Forbes.
En ese sentido, el movimiento del tipo de cambio más bien funciona como un termómetro de los mercados ante ciertas coyunturas nacionales e internacionales, pero no como indicador fiable sobre la salud de la economía.
