La Casa de Toño es el punto de encuentro de un montón de godínez en la CDMX. Lo bueno del lugar es que tiene buen pozole a un precio accesible, así que se convierte en una buena opción cuando uno busca comer algo en la calle y no gastarse un dineral.
Estas ventajas competitivas han llevado a La Casa de Toño a expandirse cada vez más: actualmente el negocio tiene más de 50 sucursales.
Lo más sorprendente de esta expansión es que este restaurante no se maneja con franquicias. Es decir que todas las sucursales le pertenecen a un mismo dueño, que logró llevar su negocio hacia todos los rincones de la CDMX.

Hoy se ha convertido en el restaurante de pozole más popular de la ciudad | Foto: Unsplash
Pero, ¿cómo inició el negocio? Pues resulta que La Casa de Toño no inició como un gran imperio: era solo un puesto de antojitos y tacos de guisado.
En 1978, Marco Antonio Campos (el famoso “Toño), puso un puesto de garnachas afuera de su casa, en la colonia Clavería de la alcaldía Azcapotzalco.
Él apenas tenía 18 años, pero sus padres no quisieron entrometerse en su ánimo por emprender. Así que levantaron el changarro y toda la familia se encargó de las operaciones del mismo.

Todo inició en Azcapotzalco, en un puesto de garnachas | Foto: Wikipedia
El sazón de la familia de “Toño” tomó tanta popularidad que en solo 5 años pudieron fundar su primer restaurante hecho y derecho. Luego no queda mucho por decir.
Hoy es el restaurante más popular de la CDMX y la cadena sigue extendiéndose. Este tipo de historias nos dejan un buen sabor de boca, pues parece que los sueños se hacen realidad.
Seguramente, “Toño” nunca imaginó que un puesto de tacos de guisado se iba a convertir en un negocio tan exitoso…

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