Comprar una casa en pareja tiene sus beneficios, pero también sus inconvenientes. Una de las ventajas más obvias es que aumenta la capacidad financiera para afrontar el gasto. Sin embargo, por el otro lado, existe la posibilidad de que algo malo pase con el compromiso y se echen a perder los negocios. Aún así, para este último caso, hay salidas civilizadas y financieramente viables.
Cuando el amor se consolida y la pareja quiere hacerse de un patrimonio para ellos o sus hijos, es posible acceder a opciones donde unan sus esfuerzos económicos para adquirir una casa.
El crédito hipotecario mancomunado es la modalidad financiera que toma en cuenta los ingresos de cada uno de los miembros de la pareja para estimar un monto de préstamo. Se puede acceder a esta forma a través del INFONAVIT, el FOVISSSTE, cualquier banco o una Sociedad Financiera de Objeto Múltiple No Regulada (SOFOM, asegúrate que esta última figure en el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros).
Ventajas y desventajas de comprar una casa en pareja

Otra ventaja es que se puede elegir una casa más grande que las de interés social | Fuente: Unsplash
Uno de los dos será el titular del crédito y otro el coacreditado, ambos adquieren responsabilidades y derechos, a la hora de comprar la casa, cuando esta pasa a formar parte del patrimonio de ambos.
Las ventajas que trae este tipo de operación son:
- Se pueden acceder a montos de créditos más altos
- Alcanzar mejores condiciones de crédito (tasas de interés, por ejemplo)
- Adquirir una vivienda más grande
- Elegir una zona mejor que los desarrollos de vivienda asequible
Además, cuando se contrata una hipoteca, generalmente los contratos van acompañados de seguros que protegen la inversión familiar y los recursos de quien financió la compra.
Muchas instituciones permiten acceder a este tipo de crédito a parejas que viven en unión libre, con hijos en común y a parejas del mismo sexo.

La desventaja podría ser que, en algunas ocasiones, deben ir a litigio | Fuente: Unsplash
Las desventajas:
- En caso de divorcio, los bienes hipotecados no pueden dividirse hasta que estén liquidados.
- Si la propiedad sale a remate, lo hará bajo la figura “incidentes de liquidación de sociedad conyugal”. Tras la transacción que resulte de la vente del inmueble, cada miembro de la pareja se llevará el 50 por ciento del remanente.
- Si deciden separarse y seguir pagando hasta liquidar el inmueble, también se dividirán la propiedad en dos mitades.
Por último, debes tener especial atención en los términos de los contratos del préstamo. Algunas veces se penalizan los pagos adelantados, en otras, te bonifican por hacer los pagos puntualmente. Que no te agarren en curva.
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