Como sabemos, es importante crear hábitos de ahorro y aprender a llevar nuestras finanzas personales de la mejor manera posible. Si ya tienes esto dominado y te llama la atención el mundo de las inversiones, te contamos cómo pasar del ahorro a la inversión y lo que debes tener en cuenta para iniciar.
Diferencia entre ahorro e inversión
Lo primero es identificar cuál es la diferencia entre ahorro en inversión. Cuando ahorramos, estamos guardando ese dinero para gastarlo después, en este caso el dinero pierde su valor a consecuencia de la inflación. Por otro lado, invertir es destinar una parte de nuestros ingresos a hacerlo crecer y obtener ganancias de él.
¿Cómo empezar a invertir?
El primer paso para poder invertir es ahorrar, es decir, tener una cantidad de dinero específica que puedas utilizar de esta manera. Cuando este punto está cubierto, puedes empezar a comprar productos de inversión de bancos e instituciones financieras.
La economista Adina Chelmisnky recomienda mantener tus cuentas en máximo dos instituciones bancarias para que te sea fácil administrarlas. Además, explica que hay cuatro aspectos principales a tomar en cuenta al momento de invertir:
- Rendimientos: esto se refiere a las ganancias que obtendremos de la inversión.
- Riesgo: se trata de la probabilidad alta o baja de que no se generen las ganancias esperadas.
- Plazo: este punto se trata del lapso de tiempo que deberás mantener tu dinero invertido antes de ver las ganancias. Durante este periodo no podrás disponer de tu inversión.
- Liquidez: finalmente, este aspecto se refiere a la factibilidad de obtener ganancias consistentes.
También debes saber que las inversiones redituables no suelen generar ganancias altas en poco tiempo. Finalmente, toma en cuenta tu edad y metas financieras para saber si quieres invertir de manera arriesgada o conservadora, esto dependerá también del tiempo en el que necesites tu dinero “de vuelta”.