Uno de las situaciones que más pueden atemorizar a un contribuyente es que el SAT indique que tienes adeudos fiscales en un momento donde no tienes suficiente dinero para pagar. Por este motivo, te explicamos qué alternativas tienes.
¿Qué pasa si no tengo dinero para pagar al SAT?
En primera instancia, cuando el SAT (Servicio de Administración Tributaria), indique por medio del buzón tributario u otros medios físicos y electrónicos que tienes un adeudo fiscal, lo recomendable es no caer en pánico y pedir asesoría a tu contador o contadora para saber la razón de este adeudo.
Evita que el SAT embargue tus bienes | Imagen: Especial
Una vez confirmado el origen y monto que debes pagar al SAT, tienes 30 días hábil para cumplir con el abono, de lo contrario serás acreedor a multas, interés y recargos que la autoridad considere por tu falta de cumplimiento, incluso, pueden proceder al embargo de bienes para liquidar tus adeudos, de acuerdo al artículo 151 del Código Fiscal de la Federación (CFF).
“Las autoridades fiscales, para hacer efectivo un crédito fiscal exigible y el importe de sus accesorios legales, requerirán de pago al deudor y, en caso de que éste no pruebe en el acto haberlo efectuado.” Artículo 155, CFF
Consecuencias de no pagar al SAT
Como se menciona, el embargo es una de las medidas que el SAT puede realizar para garantizar el pago de tus adeudos fiscales, sin embargo no son las únicas consecuencias, como deudor seremos enviados a sus listas negras, por el cual podemos tener una referencia negativa con nuestros clientes o proveedores.
Puedes solicitar el pago en parcialidades sobre tus adeudos | Imagen: Especial
Por lo tanto, una manera de evitar un problema mayor es solicitar al SAT que el adeudo se pague en parcialidades de 12 hasta 36 meses, como una forma de cumplir con nuestras obligación aún si no tenemos los recursos suficientes.
Finalmente, en caso de que nuestra situación económica no permita liquidar el adeudo en tiempo y forma, la única alternativa es solicitar la garantía de adeudos fiscales, que por medio de prenda hipotecaria, fianzas, depósitos o títulos de valor tendrás una prórroga para cumplir con el pago de tus adeudos.
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