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¿Trabajar menos puede ser malo?

¿Todas las actividades fuera del horario de trabajo realmente ayudan a mejorar el resultado final de nuestras empresas? ¿Nos hace más valiosos para nuestros empleadores o simplemente nos cansa más?...
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¿Todas las actividades fuera del horario de trabajo realmente ayudan a mejorar el resultado final de nuestras empresas? ¿Nos hace más valiosos para nuestros empleadores o simplemente nos cansa más?

Primero hay que entender que al encontrar la felicidad al realizar una actividad nos da una razón para levantarnos cada mañana.

Exceso de trabajo

Los pasatiempos, las relaciones personales y el trabajo no remunerado pueden dar sentido a los jubilados. En la actualidad, las mujeres tienden a tener un exceso de trabajo, pero gran parte de ese “trabajo” no se valora de la forma en que lo está el empleo remunerado.

La reducción de la carga del trabajo remunerado podría liberar tiempo o energía para la atención no remunerada que ya se está realizando. Los trabajadores con fines de semana más largos, pero cuyo salario se mantiene igual, utilizan su tiempo extra para una combinación de actividades: desde practicar un deporte hasta ayudar a personas mayores.

Trabajar no más de cuatro días a la semana

Convertirse en un trabajador independiente da flexibilidad y puedes decidir trabajar no más de cuatro días a la semana.

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El historiador laboral de la Universidad Hebrea de Jerusalén Philipp Reick, advierte, en entrevista con BBC que la semana de empleo de cuatro días podría ser un aspecto del trabajo flexible que beneficia a profesionales, pero no es el caso de personas de bajos ingresos que buscan más fuentes de trabajo.

Trabajar con salarios bajos o con ahorros de jubilación limitados, preocupa por actividades fuera del trabajo puede ser un lujo costoso.
Es probable que el “tiempo libre” sea una ilusión, ya que buscan intensamente formas de complementar sus ingresos básicos.

Trabajar una semana laboral estándar y recibir un ingreso digno

Esto podría ser evitable si en las sociedades estuviéramos de acuerdo en que 28 horas en lugar de 40 horas constituirían una semana laboral estándar y ser suficientes para recibir un ingreso digno.

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La discusión sobre las semanas de trabajo más cortas debe incluir formas de garantizar un nivel de vida razonable para todos, como un ingreso básico universal, un salario mínimo más alto o sin recortes salariales cuando se pasa a menos horas de trabajo.

Sin embargo, la gente ha insistido en que tener semanas de trabajo más cortas les brindaría más tiempo libre, salud, productividad, tiempo en familia y participación política. Y este argumento funciona.