Un artículo publicado en la Strike! Magazine habla sobre los trabajos sin sentido o, tal y como los pone su autor, empleos ‘bullshit’. El ensayo escrito por David Graeber – profesor de antropología en la London School of Economics – reflexiona sobre aquellas labores que, si bien son remuneradas, son completamente prescindibles, perniciosos, inútiles o innecesarios.
Los trabajos ‘bullshit’ no tienen mucho sentido e incluso puede ser difícil para quienes lo desempeñan justificar su existencia. Al contrario, lo más probable es que tengan que fingir que hacen algo de provecho como parte de las labores del trabajo ‘bullshit’.
Imagen: Especial
No hay que confundir con los empleos ‘bullshit’ con los malos trabajos. Un mal trabajo puede ser demandante y mal pagado, pero aún así esencial y útil para el entorno donde se desempeña. El trabajo ‘bullshit’ no. Este último puede estar bien pagado y aún así ser completamente trivial.
De acuerdo con El Economista, Graeber explicó en una entrevista cómo se puede distinguir un trabajo ‘bullshit’ de un mal trabajo. Para ello usa un ejemplo, si las enfermeras, policías o conductores del transporte público se fueran a huelga, no tardaríamos en darnos cuenta lo mucho que nos veríamos afectados. En cambio, si los abogados corporativos lo hicieran, lo más seguro es que no habría ninguna diferencia para la sociedad.
Hay otra forma más simple para saber si se tiene un trabajo ‘bullshit’. Si alguna vez te preguntas si tu trabajo tiene sentido, Graeber opina que esa intuición puede ser pruebe de que efectivamente tienen un trabajo ‘bullshit’. Si no completamente inútil, a lo mejor sí parcialmente. A lo mejor hay tareas que tienes que cumplir que consideras irrelevantes, pero que tienen que ser cumplidas sin que necesariamente haya una razón detrás para hacerlo.
Graeber afirma que hay una gran cantidad de personas que perciben que sus trabajos no tienen sentido. Por ese motivo, es un fenómeno que tiene que ser analizado a cabalidad, porque no puede reducirse a una simple insatisfacción de vida de aquellos que lo perciben así.
Imagen: Especial
Al final, las ideas de Graeber hicieron eco, pues al tiempo, el sitio donde se publicó el ensayo se colapsó por el tráfico y luego se hicieron esfuerzos para traducir el ensayo a otros idiomas. Fue tal el impacto, que incluso el Gobierno de Reino Unido hizo una encuesta para medir qué tanta percepción había sobre los trabajos ‘bullshit’. Ésta arrojó que el 37 por ciento de los trabajadores en aquel país considera que su trabajo no tiene ningún sentido.